Ha pasado mucho, demasiado tiempo desde la última vez que me pasé por acá dejando nuevas. No sé a dónde se fueron los últimos casi cuatro meses, pero es un hecho que se esfumaron. Espero que ustedes, mis lectores ficticios, se encuentren de pie ante la vida. Figurativamente. Caramba, pese a que el tiempo se escapa de tus manos en un suspiro efímero, su paso es inexorable y, en todo este periodo, se sucedieron un sinfín de acontecimientos en mi vida que la sacaron de su hastiosa parsimonia habitual hasta convertirla en una montaña rusa a la que me subí expectante; disfruté el viaje pletórico, y me bajé doblemente contento: una vez por la genial experiencia y la siguiente por haberla terminado. Pues, seamos honestos, disfrutamos de los momentos intrépidos de la vida, esos que te hacen sentir más vivo que nunca, despertando tus cinco sentidos y encumbrándote como el dueño del mundo. Hay quien dirá que esos son los momentos más reales de nuestra corta existencia; pero, yo prefiero creer qu...
Archivero público de todo lo que alguna vez he escrito y probablemente escribiré... tal vez con una que otra excepción. Por cierto, para ver las entradas, solo debes seguir bajando.