Luna. Lirio de los cielos.
¿Cómo es que brillas entre tanta oscuridad?
¿Acaso es tu baile el purificador de la noche?
Luna. No te escondas otra vez. Es tu luz mi devoción.
Protégeme del que acecha en la sombra.
Y del terror que no puedo ver.
Luna. ¿Adónde vas cuando vuelve la luz?
Tengo miedo de que no regreses. Aunque siempre lo haces.
Miro arriba, y ahí estás.
Luna, mi diosa, no me abandones jamás.
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