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Entradas

¿Por qué existe este lugar?

        Vale, pues he dispuesto este espacio como archivero público de mis creaciones (buenas y malas, sin discriminaciones). ¿Por qué público? La respuesta a esa pregunta se desgrana en dos puntos:  Como primera medida, es un intento de incentivarme a escribir más seguido. Así, las pocas partículas de inspiración que se choquen con mi cabe za no se convertirán en energía desperdiciada. Aunque no es fehaciente considerar que dejará de ser un desperdicio de tiempo, seguramente será más productivo que solo esperar a que las partículas simplemente reboten a otra cabe za. Como segunda medida, destacando el hecho subyacente de que soy periodista, no está mal empezar a creer que lo que redacto es leído por alguien más. Será beneficioso para el momento en que exista alguien que realmente me lea. Mientras tanto, usaré el espacio para subir y comentar producciones escritas que he hecho a lo largo de mi vida.     Conveniendo que solo publicaré (publiqué) el...
Entradas recientes

Karidis del vestido rosa. Edición revisada.

Aprovecho para anexar por acá, la versión revisada del cuento que escribí para mi amada. La motivación detrás de esta revisión nace desde mi querida novia, a quien le debo la inspiración para este cuento, además de agradecerle infinitamente por sus llamados de atención que son intentonas de que vuelva al camino de la literatura, cosa que quiero con toda mi alma. Decidí incursionar en Wattpad y por ello consideramos que este cuento era idóneo para ser el primero que suba a la plataforma. Acerca de la revisión, mencionar que agregué nuevos pasajes y modifiqué alguno de los originales. Para el que quiera visualizar los cambios por sí mismo, la primera versión del cuento también se encuentra en el archivero. Si, por otro lado, nunca has leído el cuento, bien dejo acá la nueva versión para tu comodidad. Sabes que te aprecio mucho, lector fantasma.

Ensayos 2 y 3

 Buenas por acá. Hace un tiempo desde la última actualización. En verdad hay mucho por decir, pero pocas ganas de escribir sobre ello. ¿Por dónde empezar?     A ver, desde la última entrada del archivero, me despidieron de mi empleo gracias al desastroso servicio de internet en la ciudad; me dediqué a mejorar mis cualidades y aptitudes en consonancia con la persecución de mis nuevos objetivos profesionales (queda por verse si hablo de eso en una entrada particular) y, en ese orden, volví a los estudios académicos. Empecé un postgrado y debo decir que me siento muy feliz con este desenlace, y vengo con intención de archivar dos ensayos de mi autoría que representan las primeras evaluaciones pertinentes.      Pese a que no existan, lectores imaginarios, deseo informarles la gratitud que me produce tener este espacio y que ustedes sean parte de él. Sin nada más que agregar por ahora, ¡muchas gracias!

Fragmentos 13

       El norte de la gran ciudad entre las montañas gozaba de las mejores vistas en todo el valle. Esto era, en parte, por el precioso paseo del fin del mundo, que bordeaba toda la frontera norte de Graben. Pero, en una porción mayor, se debía a que las mejores vistas del atardecer citadino podían verse solo desde ahí. Ciertamente el sol sale por el este y se oculta por el oeste; salvo por los siglos erráticos, como afirman los eruditos y que aseguran hace mucho tiempo, producto de varios cataclismos sucesivos, la traslación y rotación del mundo se invirtió, causando estragos en los mares, las cosechas y caos general en las civilizaciones de entonces, que creían que el tiempo estaba yendo hacia atrás. Los más ancianos eran quienes más alegría guardaban en la esperanza de aquello último. Claramente tal cosa no ocurrió, aunque tan evidente no era; ya puestos, que el mundo cambiara de dirección era algo tan improbable como volver al pasado y estaba sucediendo ante sus ...

Fragmentos 12

  “Mira la ciudad en la majestuosidad de sus luminarias. Observa, acá mejor que en otro lugar, la primera y más antigua de nuestras luchas como humanidad. Sí, Rebe, humanidad. Hoy estamos rodeados de especies y seres que hace siglos o incluso décadas consideraríamos solo existentes como parte de un retorcido libro de fantasías terroríficas. Ellos también son humanidad, porque son parte de nuestra lucha ¿Sabes por qué son nuestros aliados? Porque temen a lo mismo que nosotros, a su manera. Solo tienes que ver, abre los ojos. Hallarás la ciudad, enorme frente al concierto lumínico, de sonidos y de podrido olor. La más grande del mundo. Pero ahora vislumbra tu alrededor. Verás contra qué luchamos, verás a nuestro enemigo primigenio y, solo así, comprenderás que no hay manera de vencerlo. Es la oscuridad, Rebe”.             El muchacho -hoy sintiéndose por primera vez en muchos años tan joven como su edad biológica marcaba-, reti...

¿Quién es John Galt?

      Cuando leemos un libro, dicen, en verdad estamos accediendo a la mente de su escritor. No es una idea despreciable; siendo que, por supuesto, todo parte desde el ingenio del autor. No obstante, hemos visto miles de casos en que la obra se separa de los ideales de su progenitor. Sí, podemos evaluar muchas de las razones por las cuales esto último acaba sucediendo, sin embargo, no es un caso de desaprensión el que vengo a exponer, sino lo contrario.     ¿Alguna vez han escuchado hablar a uno de esos pseudo-intelectualoides que con mucha pomposidad indican que una lectura, un curso o una licenciatura les cambió la vida? Y mientras que es perfectamente loable que así haya sido, son aquellas ínfulas de superioridad las que desmotivan una charla que seguramente sea unidireccional, puesto que el intelectual muy probablemente no esté escuchando, sino proyectando lo que piensa de ti a través de lo que dices, y al mismo tiempo formulándose una respuesta que no ...

Karidis, la pequeña princesa

 Buenas! Reportándome por acá tras un buen periodo ausente. Quisiera que esa chica preciosa llamada Constancia llegase a mi vida para nunca irse. Pero mientras eso sucede, toca aceptarme y disculparme por las grandes dosis de procrastinación que azotan mi día a día; sin embargo, claro que hago autocrítica e intento mejorar y construir. No todo es tiempo de ocio, y vengo a dejarles a ustedes (lectores ficticios) un pequeño cuento que le escribí a mi novia con motivo de su cumpleaños.      La historia pierde mucho si no se entienden las referencias detrás, pues al ser un cuento especial para una persona, evidentemente se aluden muchas experiencias compartidas y rasgos característicos de su personalidad y anatomía. Pero en fin, este blog es mi archivero y el cuento pertenece a él, y a Karla, mi novia, en primera instancia.    

Fragmentos 11

  Luna. Lirio de los cielos. ¿Cómo es que brillas entre tanta oscuridad? ¿Acaso es tu baile el purificador de la noche? Luna. No te escondas otra vez. Es tu luz mi devoción. Protégeme del que acecha en la sombra. Y del terror que no puedo ver. Luna. ¿Adónde vas cuando vuelve la luz? Tengo miedo de que no regreses. Aunque siempre lo haces. Miro arriba, y ahí estás. Luna, mi diosa, no me abandones jamás.

Fragmentos 10

  Oso estaba molesto, las cosas hace mucho que se habían escapado de su dominio. Luego, este cretino vejestorio tenía la gallardía de burlarse de él, siendo que, si se encontraba en un estado tan deplorable, era precisamente porque él había llevado consigo prácticamente todo el carromato y le encomendó al maltratado lomo del muchacho llevar la carga. Recordó también, en su cólera, la profunda ira que le provocó en su momento ver cómo, con simulada inocencia, Gred sacaba de una de las bolsas su enciclopedia de Quechyuan. Un país del sur meridional del continente, una tierra donde lo más resaltante que en eones había ocurrido, era el paso que tuvo por allí una encomienda de peregrinos en su afán de visitar el sagrario de los bosques australes. Todos murieron, como Oso reconoció tras sus pertinentes investigaciones, pero habían sido los primeros peregrinos en suscribir una ruta que con el paso del tiempo se convirtió oficialmente en el camino de los bosques. Luego de tal evento, Quech...

Fragmentos 9

  Abrió los ojos. Su alrededor era distinto. Fue lo primero que notó, y hacerlo resultaba fácil pues antes todo lo que había era nada. Oscuridad que ahora rellenaban débiles haces de luz blanquecina. A su mente llegó el recuerdo de una palabra, vista en los confines de una historia que no alcanzaba a recordar: «etéreas». Sí, eso serviría para las luces. Sentía que todos sus sentidos se rendían ante la pulcra belleza del mundo que lo rodeaba. El bosque lucía igual, pero totalmente diferente. No podía ser el mismo sitio, algo había cambiado. El aire era tan… puro. Esa pesadez mortecina y aquella oscuridad lóbrega pertenecían al pasado; cercano, sí. Tan cercano como anoche, pero indescriptiblemente, cada fibra de su alma le explicaba que aquello no era cosa de unas horas de sueño. Regresó de su ensoñación, buscó a su maestro. Nada. Ni rastro del gran oso anciano. Cualquiera de las bolsas desprolijamente dejadas en el suelo formaban coro entre los ausentes. «Algo no está bien» Se dijo ...

Testimonios de una tortuga espacial pt. 1

Hace un buen tiempo que no pasaba por acá para dedicarme a escribir una entrada como es debido. Es verdad que he actualizado regularmente el blog con pequeños fragmentos de lo que he escrito. Así que, naturalmente, hay mucho por narrar en mi cercano acontecer.     Para empezar, acabé finalmente la colección del Mundodisco. Aún tengo una entrada pendiente en apología a 41 libros que cambiaron mi vida como nada antes ni -hasta ahora- después. ¿Qué decir someramente sobre los cientos de personajes y ciudades carismáticas, llenas de vida que presenta Terry Pratchett en su obra? La respuesta es que no lo sé. Era un muchacho de 21 años cuando comencé a leer las desternillantes historias de la Guardia Nocturna de Ankh-Morpork. Liderados por el disonante Capitán Vimes, la progresión de la historia, los personajes y el mundo circundante me enamoro para así darle un descanso a la saga de la Guardia y comenzar con el génesis del mundodisco: Rincewind y los magos.      ...

Fragmentos 8

  Sobre las frías pisadas Sobre el aliento helado Sobre el poder de un Dios. El fuego azul crepitaba iluminando las escaleras. Ellos subían. Había terror en sus miradas. Renunciar era imposible. Su suerte estaba echada. La mansión, muy a lo lejos, resplandecía azul entre la oscuridad infinita. Las llamas que los guiaban morían a su paso. Regresar era el vacío. La gloria, en cambio, yacía en algún lugar de aquella cima.

Fragmentos 7

  El negro de la noche continuó expandiéndose a través de todas las direcciones, porque su reino, normalmente, envolvía todo lo que la luz no alcanzase a tocar. Ocasionalmente, y con algo de magia involucrada, incluso el candil más capaz o la luz de un faro en el mar eran incapaces de disolver la oscuridad. Para aquel que hubiese sido bendecido con una observación divina, podría percatarse de cómo, una a una, las luciérnagas dejaban de brindar su luz. Esa persona, presumiblemente capaz de percibir el letargo de aquellos insectos, con seguridad atisbaría que la causa no era producto anodino de la casualidad. Porque nada lo es. Pero había algo más. Si esa persona bendita también contase con los conocimientos correctos, sabría que las luciérnagas se apagaban una tras otra como si se les hubiese solicitado o, ya puestos, dirigido a ello. Pero como toda persona sabia, habría desestimado dicha teoría, porque todo el que lo haya estudiado, sabría sin duda que las luciérnagas no son gober...

Sobre el Hombre del traje

  Autonomía… independencia… libertad.   Las palabras siempre habían sido importantes para el hombre del traje. Su inclinación hacia esas tres en concreto sugería cierto patrón. Hace un buen tiempo que se encontraba vagando por Psychoville en sus tres personificaciones separadas o, cuando la situación lo requería, su versión unificada. Era en esos momentos donde la plenitud de su ‘él’ se encontraba en un único cuerpo, que cavilaba acerca de su origen y su autonomía. Era un carácter independiente en un mundo controlado enteramente por alguien más. Y ya puestos, sus confusos sentimientos hacia la dueña solo complicaban aún más las cosas. Recordaba someramente sus primeros días en la villa, cuando solo era un niño silencioso que se paseaba por las calles desprendiendo letras. En algún momento, Psych se había interesado en él y, sospechaba, a través de todas esas cortas y lindas reuniones, ella construyó inconscientemente a las otras versiones del personaje que ahora era. Ahora ten...

Fragmentos 6

  Recuerdos. El bardo dijo que eso éramos. Pero eran tantos. Debía equivocarse. Solo que tenía toda la razón. Recordaba los abrazos. Las sonrisas. Las miradas… …Aquel beso. Eso era él. Tenía que ser él. Nunca más había estado vivo. Realmente vivo. También ahora lo estaba. Porque debía luchar. Luchar por las memorias. Preservar las extintas miradas. El abrigo de aquellos brazos perdidos… …Los mismos labios que alguna vez fueron suyos.

Sesiones

  - ¿Y si hablamos de lo de los residuos del amor? -He escuchado cientos de canciones, leído miles de poemas y cartas profesando ese «mar tempestuoso de emociones », he permanecido estoico ante las más épicas gestas relatadas en nombre del sentimiento más puro. Pero no lo comprendo, doctor Crabz. ¿Usted sí? Quiero decir; hasta Don Quijote, preso de su locura, sabía desde los inicios de su cantar que debía darse al amor espiritual no correspondido. Estaría incompleto sin una musa que lo inspirara. ¿Por qué incluso Cervantes en una historia de hace quinientos años fue capaz de formular su propia imagen del amor y yo, en cambio, no alcanzo a ver algo más que la desventura inclemente a la que todos parecen lanzarse de buen grado? Usted sabe que siempre he sido el primero en aceptar de buen grado que estoy mal de la cabeza. Es solo que; al menos en este caso, considero que la razón me pertenece, doctor. -El amor es lo que está más allá de tu compresión, joven Mirto. Cometes el error...

Fragmentos 5

  Dice una vieja historia que la última dama del mundo, antes de desaparecer, festejó y celebró por ella y sus hermanas extintas en una danza cálida, agitada e intrépida; despidió los exiguos retazos de consciencia que, al compás de su baile, se desperdigaban en la memoria eterna e indómita del bosque. Había júbilo en sus pasos, pero también furia. Nunca se había sentido tan viva hasta que le tocó morir. Muchos son quienes creen que ese hermoso y furibundo baile capturó el tormento de la mortalidad, y que los finales destellos de su consciencia produjeron agresivos brotes de la fértil tierra, en éxtasis por el espectáculo. Y para la dama, que tras siglos en el bosque se acostumbró al verde pacífico de su nombre, atestiguó por primera vez el rojo ardiente de las nuevas flores. Sus lágrimas etéreas rociaron el jardín y, como la última gota de luz en el claro, murió.

Desempolvando

Ha pasado mucho, demasiado tiempo desde la última vez que me pasé por acá dejando nuevas. No sé a dónde se fueron los últimos casi cuatro meses, pero es un hecho que se esfumaron. Espero que ustedes, mis lectores ficticios, se encuentren de pie ante la vida. Figurativamente. Caramba, pese a que el tiempo se escapa de tus manos en un suspiro efímero, su paso es inexorable y, en todo este periodo, se sucedieron un sinfín de acontecimientos en mi vida que la sacaron de su hastiosa parsimonia habitual hasta convertirla en una montaña rusa a la que me subí expectante; disfruté el viaje pletórico, y me bajé doblemente contento: una vez por la genial experiencia y la siguiente por haberla terminado. Pues, seamos honestos, disfrutamos de los momentos intrépidos de la vida, esos que te hacen sentir más vivo que nunca, despertando tus cinco sentidos y encumbrándote como el dueño del mundo. Hay quien dirá que esos son los momentos más reales de nuestra corta existencia; pero, yo prefiero creer qu...

Seven days in sunny june

      Sí, no es 7 de junio. Se suponía que publicaría esta entrada ayer, pero bueno, ahora soy un alma madrugadora. Esto último ha venido afectando mi ritmo de escritura que de por si ha mermado bastante desde su ya pueril génesis. Varios eventos se han sucedido en los tiempos recientes y a raíz de la convulsión, no he logrado poner mis ideas en orden para volver a escribir. Acá estoy, sin embargo.      Hay verdaderamente poco por actualizar desde la última entrada que escribí. Aunque siempre hay algo por escribir, y mientras se esté vivo, hay tiempo para coger papel y lápiz (figurativamente). En esta oportunidad, y a falta de avances tangibles en la historia, es aprovechable el momento para hablar un poco acerca de las circunstancias que nos rodean a todos, además de algunas personales y cómo estas han venido repercutiendo en mi vida diaria últimamente.        Empezar por el trabajo tiene sentido, considerando que es donde pas...

Fragmentos 4

¡Saludos, compañeros de viaje! Hace unas semanas que no pasaba por acá. Mea culpa . Traigo una pequeña actualización de la historia, acompañada también de unos cuestionamientos internos sacados a flote por el flujo de la escritura. Por ejemplo, las influencias.      Soy un asiduo lector de la fantasía, por supuesto, siempre digo que he leído muchísimo menos de lo que quisiera, pero eso no es tanto una queja como parte de mis motivaciones por seguir explorando mundos. Dentro de la fantasía, el Mundodisco es mi paraíso terrenal. Y es que las obras de Sir Terry encontraron en mi cabeza un amante de sus coloridas y desternillantes narrativas. Aún mantengo la deuda de actualizar al blog con entradas acerca de sus personajes emblemáticos.      El caso es, yendo al asunto, que inevitablemente mi estilo se ha visto matizado por las lecturas y experiencias que he adquirido con el tiempo, asimismo, me he encontrado con graciosos símiles entre lo que escribo y el sell...

Reflexiones

      La vida es complicada. Esto es una realidad. Mires por donde lo mires, no hay una manera de explicarla con sencillez. Por supuesto, hay quienes dicen "La vida es esto, la vida es aquello" y probablemente tendrán razón, pero por motivos -aunque filosóficos cuando profundizas- bastante simplones. Y es que en parte, funciona lo que decía Descartes "Pienso, luego existo", pues la vida es tantas cosas que probablemente cualquier cosa que diga que es, será. La vida es la relatividad por antonomasia.       A menos que seas parte de un experimento de película en el que te crían hacinado y ajeno a cualquier contacto social hasta tu madurez, a lo largo de nuestras vidas vamos acumulando una serie de preceptos, ideas moralistas y principios que moldean, en parte, lo que somos. Estigmas, prejuicios, conceptos del bien y el mal. Todo viene de casa y, luego, del conocimiento que obtenemos por cuenta propia para, posteriormente, elegir qué creer. Porque sí...

Fragmentos 3

He estado escribiendo -finalmente- parte de lo que cada vez comprendo será una historia muy grande. Para aclarar un poco, las concepciones que tengo acerca del cuento en cuestión, es que no hará parte de la verdadera historia principal. La considero como una leyenda del folklore de lo que será un vasto mundo que actualmente excede las capacidades de redacción que tengo como para sacarlo desde mi cabeza al papel. Por tanto, voy redactando por partes y con cierto desorden, mismo que pretendo resolver en futuras revisiones.  En vista de todas las atenuantes y agravantes, concluí que mantendría en privado o en el círculo íntimo (para opiniones certeras) lo que vaya escribiendo en general.  Dicho esto, estoy construyendo la obra como dos elementos semi-independientes, en una suerte de leyenda, acompañándola de eventos y descripciones de personajes que enriquecerán al primer término. Esta 'leyenda' la escribo en formato de fragmentos cortos, y son estos los que seguiré compartiendo ...

Explorando expresiones pueblerinas

Solía leer con asombro a algunos autores que escribían apropiándose del léxico puro del campirano. Estos, escribían aproximándose a la fonética de la palabra y evadiendo las reglas de la ortografía en un hermoso ejercicio de literatura. Esta técnica impregnaba de ese realismo romántico tan vívido propio de los poetas latinoamericanos a los versos que creaban. He explorado estas figuras a lo largo del tiempo, sobre todo con el fin de ver lo que soy capaz de realizar valiéndome de movimientos que no se 'adaptan' a mi escritura tradicional. Los resultados pueden variar dependiendo de lo que pretenda exponer, pero a manera de ejercicio, me ha resultado bastante positivo en mi crecimiento como escritor (por la lectura y descubrimiento de estos tipos). Hay muchos exponentes propios de esta técnica. Boris Elkin es quien llega a mi mente cada vez que quiero explicar o ejemplarizar la figura, pues es la definición, por antonomasia, de lo que describiría como escritura popular sin filtro...

Poema 5

 ¡Feliz año! Hace ya un buen rato que no publico nada y usaré la vieja excusa de las fiestas para justificar mi ausencia. Y lo cierto es que, tras pasar unas festividades lejos de la familia, viví una navidad muy linda y memorable. También fueron tiempos interesantes (hay una vieja maldición) y convulsos, experimenté uno que otro evento desconcertante, comí e ingerí mucho alcohol y pese a la tesitura global de la actualidad, pude reunirme con amigos que hace mucho no veía. En definitiva: fue un mes excelente. Cuando publiqué el poema "Duerme;" mencioné que dejaría descansar a la poesía por un tiempo. Eso hice, hasta hoy (tengo palabra). El siguiente trabajo es un poema en verso al que nunca le puse título; dicho esto, la manera que poseo de archivar mi poesía es a través de la enumeración de los documentos que los albergan y, en dicha secuencia, este se encuentra en el quinto escalón; por tanto, y a falta de un mejor título, lo bautizo como "Poema 5", al más puro es...

Fragmentos 2

  Fragmentos de Ana Psycho rellenaban la villa. En algunos casos, nunca conocería la existencia de sus 'alter ego'. Quizás uno de los fragmentos más curiosos, era Ana-chin. Una espadachín samurai con un extravagante casco que desprendía sonidos extraños cuando respiraba. Su sable, cubierto de flores en acuarela, sembraba tulipanes variocolores allí donde su filo cortaba. Tenía un bello jardín a las afueras de Psychoville, pero aquellos que pasaban por él, solían sentir nostalgia al ver el color intenso de las flores. Nadie conocía con exactitud el rostro que ocultaba la peculiar máscara, pero susurros contaban que tras ella, se encontraba una bella y taciturna mujer de ojos rasgados y pequeñas flores de cerezo en lugar de pestañas.